Reino de Bután. El último Shangri-la.

Reino de Bután. El último Shangri-la.

©tonimarques.es

La entrada a Bután estuvo prohibida a los extranjeros hasta los años 80. Poco antes, desde la coronación del padre del rey actual en 1974, algunos mandatarios de otros países lo habían visitado pero siempre con permiso del Rey y de manera muy restringida. Cuando decidieron abrir las puertas y observando los efectos negativos que había causado al medio ambiente los turistas en el vecino Nepal, decidieron limitar su entrada. Pusieron un número reducido de visados al año y además establecieron una tasa de 130 dólares diarios para entrar en el país. Hoy el turista individual debe pagar 220 dólares y si se va en grupo 200. Esto lo convierte en un destino para minorías. Para ir a Bután hay que tener muchas ganas de ir.

El Reino estuvo cerrado al turismo hasta mediados de los años 70. Cuando el actual rey subió al trono decidió modernizar el país y fue en su coronación cuando, por primera vez, entraron legaciones extranjeras en el país. Entonces se puso en marcha un largo proceso de abertura al mundo exterior que todavía hoy no ha finalizado. Un proceso que pretende abrir puertas a la vez que va anclando las tradiciones para impedir que se pierdan.

En 1983 Bután inauguraba su primer y único por ahora aeropuerto a las afueras de la ciudad de Paro. Eso facilitaría mucho las cosas puesto que la otra opción es la carretera que une el Reino con India y que obliga a un viaje de varios días a través de carreteras estrechas y llenas de curvas.

En los años 90 solo podía visitarse el valle de Paro y de Thimpú, y poco a poco se van abriendo más zonas.  Todavía hoy hay partes del país que no se pueden visitar.

CÓMO IR A BUTÁN

A Bután, salvo contadas excepciones solo se puede viajar de manera organizada y solo un touroperador acreditado por el gobierno puede conseguirte el visado. Las agencias extranjeras hacen de intermediarias pero no gestionan el viaje. Sigue leyendo…

 


DATOS BÁSICOS

Idioma; el Dzongkha

Mondeda: Ngultrum

Embajadas.

PRESUPUESTO

Bután tiene fama de ser un destino caro porque el viajero debe pagar una tasa fija cada día que pase en el país. Oficialmente son 230 USD (dólares americanos) para grupos de tres o menos personas y 200 USD para grupos más grandes. El precio es negociable en temporada baja y años de crisis, pero no conseguirás que te rebajen más de 20 o 30 USA al día puesto que es el Gobierno quien fija la tasa. Sigue leyendo… 

VESTIMENTA TRADICIONAL

Captura de pantalla 2016-03-31 a las 22.55.57Todos los habitantes de Bután deben usar las vestimentas tradicionales para entrar en cualquier edificio oficial o religioso. Además si son empleados públicos deben usarlas también para ir a trabajar. Sigue leyendo…

 

COMIDA©tonimarques.esPrepárate para los chillies rojos y verdes con queso. Una mezcla explosiva que pondrá a prueba los estómagos más resistentes. El plato se llama Ema Datshi y no puede faltar en ninguna mesa.

Cualquier tejado que se precie está lleno de chilies secándose al sol. Sigue leyendo…


FELICIDAD
©María Fdez Saniz de BarandaLos estudios aseguran que los habitantes del pequeño reino himalayo son los octavos más felices del mundo, unas estadísticas que los que gobiernan el país luchan cada día por mejorar. De hecho, Bután es el único país del mundo que mide la FNB, la Felicidad Nacional Bruta, un indicador al que le dan más importancia que al PIB. Sigue leyendo…


FESTIVALES

Captura de pantalla 2016-03-31 a las 22.56.44Los festivales anuales de Bhután son uno de lo espectáculos folclóricos más puros que existen. Las danzas duran horas y representan diferentes paisajes de la mitología local. Sigue leyendo…


PROBLEMAS (No todo lo que reluce es oro)
Expulsiones de la etnia Lhotshampa, Maoístas, la guerra de Assam, entrada de plásticos de la India, televisión, deforestacion… Sigue leyendo…


El Reino se divide en tres zonas. Este, que hace frontera con el Reino de Sikkim, India y Tibet. Centro, frontera con India y Tibet y Este con las mismas fronteras. Sigue leyendo…

CURIOSIDADES

Falos para espantar a los espíritus. La mitología de Bután cuenta que Drupka Kinley llegó al país para espantar a los espíritus que lo habitaban y lo hizo usando su falo. Por eso la gente procura siempre tener uno en la fachada de su casa para asegurar la salud de los que ahí viven y alejar a los espíritus. Sigue leyendo…

 

 




error: ©PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN SIN AUTORIZACIÓN.